La necesaria encuadernación de los cuadernillos de una obra, para darles forma de libro, muchas veces tenía que ser barata. Sobre todo la primera encuadernación para la venta. También es la fachada de la obra y, a veces para atraer a los compradores y otras veces por gusto del propietario, se han embellecido a base del uso de papeles pintados y decorados, o pintando directamente sobre su cubierta. Durante los trabajos de protección de libros estamos muy pendientes de estas pequeñas joyas que han resistido el paso del tiempo y son evidencias valiosas para los estudios sobre el libro y su historia [Seguir leyendo]
[Seguir leyendo] Microexposición “Encuadernaciones en Color” en la Biblioteca Histórica